martes, 21 de marzo de 2017

Cómo se llega a ser lo que se es

   "Cómo se llega a ser lo que se es?"
   "Sé lo que eres".


     Estas dos citas aparecen en un libro de Nietzsche, Ecce Homo, cuyo subtítulo es precisamente “Cómo se llega a ser lo que se es”. Un autor que cita muy a menudo a Píndaro. Concretamente “Sé lo que eres” o “Llega a ser lo que eres” es el verso 72 de la Pítica II de Píndaro.

     Y ahora voy a hablar de Hölderlin.
     Hölderlin fue un poeta alemán del siglo XVIII. Un hombre cultísimo que estudió teología en Tubinga donde compartió habitación en el seminario con Hegel y Schelling. Fue un erudito enamorado de la cultura clásica griega que cuando terminó la carrera se dedicó a educar a hijos de nobles y comerciantes ricos aunque ya siendo estudiante había empezado a manifestar problemas mentales y depresiones periódicas.

     Con accesos de ira y crisis cada vez más frecuentes desde la muerte de su amada, una mujer casada a la que llamaba Diotima (como el personaje de El banquete de Platón) un médico accedió a verle y dio con el único tratamiento que le relajaba y era que le leyeran a Horacio. Los estudiantes del pueblo iban a la cabecera de su cama a leele, hasta que finalmente fue internado en un psiquiátrico.

Le declararon enfermo incurable y los médicos le dieron 3 años de vida. Un ebanista que había leído sus poemas se hizo cargo de él y le llevó a vivir con su familia. Vivió 36 años más.

Hölderlin se dedicaba a pasear, tocar la flauta y aporrear un piano sin teclas. Cantaba, hablaba consigo mismo y saludaba con grandes reverencias a los perros. Los vecinos lo soportaban por compasión.

     Nunca dejó de escribir. Para firmar sus poemas utilizaba fechas pasadas o futuras y a partir de los 68 años dejó de firmar con su nombre. Decía que se llamaba Scardanelli y que tenía 17 años. En una ocasión le dieron un poemario suyo recién editado y dijo: “Sí, los poemas son míos, pero yo jamás me he llamado Hölderlin”.
     También aseguraba que tenía un hijo papa y otro emperador. En realidad nunca tuvo hijos.

     Los vecinos le veían pasear encorvado y con aspecto de pordiosero loco pero llevando siempre encima un poemario de Píndaro. Porque Hölderlin tradujo a Píndaro.

Ahora vuelvo a Ecce homo de Nietzsche. Nietzsche dice “Llegar a ser lo que se es presupone no saber ni de lejos lo que se es”. Dice también que los desaciertos de la vida, los caminos errados, los retrasos, olvidarse, malentenderse, perderse... todo esto forma parte del camino que nos lleva a llegar a ser lo que somos.

     Con lo cual finalmente podemos decir que Hölderlin, que no tenía ni idea de quién era, llegó a ser lo que era, uno de los mejores poetas de todos los tiempos. Cito un fragmento de Empédocles:

     “El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona, y cuando el entusiasmo desaparece, ahí se queda, como un hijo pródigo a quien el padre echó de casa, contemplando los miserables céntimos con que la compasión alivió su camino”.
  

3 comentarios:

  1. No conocía esa historia de Hölderlin. Es muy interesante y desesperanzada, como casi todo lo romántico.

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  2. hola, desconocía los detalles de la vida de Holderlin, llegué a esta pagina a través de pindaro, muy interesante, gracias por compartirlo!!

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  3. el fragmento es del hiperion, saludos.

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