domingo, 29 de enero de 2017

Renacimiento y Barroco




El nacimiento de Venus (1495) es una de las obras renacentistas más famosas de Sandro Botticelli. En esta podemos ver, como su propio nombre indica, una de las versiones sobre el nacimiento de Venus en la que esta surge de una concha en el mar. Esta pintura de motivo mitológico está realizada con colores suaves y claros ya que muestran un entorno realizado por la belleza de la diosa. Como es típico en el Renacimiento, las figuras son perfeccionadas y siguen el cánon clásico griego. El buen gusto está en el equilibrio, la elegancia y una visión armónica del mundo.


Cristo muerto sostenido por un ángel (1646), de Alonso Cano, es una pintura barroca claramente diferenciada de la anterior. Resalta la triste figura sin vida de Cristo con colores mucho más claros que contrastan con un fondo oscuro. Representa el pesimismo y desengaño por el que se inspiraban en la época en la que la perfección está en la originalidad. Se sigue un criterio más personal y la perfección está en la exageración. Se puede ver cómo se rompe con el equilibrio del Renacimiento y aunque sigue siendo un tema religioso cuenta con una concepción más negativa del mundo. 


1 comentario: